Hoy os traigo una de las experiencias que más me han gustado desde que estoy en Japón. Todo empezó cuando antes de irme, en Japonismo, leí un artículo sobre un "Búho Cafe". Desde aquel momento tuve la necesidad imperiosa de ir a ese sitio. De pequeña mis abuelos cuando se iban de viaje siempre me traían algún regalo relacionado con buhos o lechuzas, y son animales a los que les tengo mucho cariño y me gustan mucho. Cuando fui a Kobe también vi un cafe con búhos, pero iba con un amigo japones y no quise hacerle gastarse el dinero en ese capricho mio, pero cuando fui a Kamakura con Irene y Michiyo sabia que no podía volver a casa sin haber ido a Hiratsuka (esta relativamente cerca de Kamakura).
La cafetería esta a unos cinco o diez minutos andando desde la estación, pero como suele pasar muchas veces en Japón, hay que saber el camino o tener un GPS a mano. Nosotras llegamos hacia las 19, y a las 20 cerraban. Nos avisaron de que sólo tendríamos una hora (lo cual ya nos venia bien porque se paga por hora) y entramos.
Lo primero que nos llamo la atención es que había productos de joyería (pendientes y collares) con forma de búho fabricados en ESPAÑA, así como lo escucháis. Casualidades de la vida. Además luego salio el propietario y nos dijo que próximamente iban a traerle algunos animales más desde España. Luego ya nos sentamos donde nos indicaron y pedimos la bebida (en los 1.000 y pico yenes que pagas por esa hora viene incluida una bebida). Yo me pedí un café con leche, que como era de esperar en Japón estaba muy malo, pero tenían unas tazas de búho donde servían el café que me habían enamorado.
Mientas esperas que te traigan las bebidas el dependiente/camarero (no se como llamarlo en español) te trae un liquido para las manos que tienes que echarte antes de poder tocar a los animales y te explica las normas, por ejemplo, solo se les puede tocar en la parte de la cabeza, nunca cuando estén dormidos y a unos super pequeñitos que hay solo se les puede tocar con un dedo, porque con toda la mano se asustarían.
Una vez ya tienes el liquido puesto y las normas explicadas, puedes ir por el local tocando a los diferentes tipos de búhos, lechuzas y otras aves que hay. Mientras ellos te traen la bebida y si como en nuestro caso el local esta vacio van hablando contigo y te van explicando curiosidades de los graciosos inquilinos del local. Cuando nosotras fuimos había tres personas trabajando allí, el anteriormente mencionado camarero/dependiente, una señora muy amable que iba cuidando de las aves y limpiando y un fotógrafo profesional (o eso deducimos d la cámara) que es el encargado de hacer la foto en caso que la pidas (hacerse fotos con cada uno de los animales en la mano tiene un coste adicional, que va de los 500 a los 800 yenes dependiendo de que ave sea, y ese precio es por foto. Por eso nosotras no compramos ninguna foto ni nos hicimos ninguna con ninguno, salvo la del final con uno de los pequeñitos porque el chico nos la ofreció gratis).
En nuestro caso además hubo suerte y pudimos ver a un recién nacido casi, de una semana o poco más de vida, que estaba en una especie como de horno para darle calor (parecía un horno y lo explico así para que me entendáis, pero obviamente NO era un horno sino una incubadora para aves o algo así). También había un águila, pero se puso muy nerviosa cuando estaba dando de comer a uno de los pequeños y la tuvieron que sacar fuera. Mientras están en la cafetería tienen que estar semi atados con una cuerda larga, pero luego los dejan volar un rato. Están enseñados para volver y al pequeño le estaban enseñando eso con la carne.
Como esto se esta haciendo demasiado largo voy a ir cortando y os dejo con las fotos, pero en conclusión, si os gustan estos animales y estáis cerca de Hiratsuka, no dejéis pasar la oportunidad de una experiencia diferente. Es diferente a un Neko café, y además mucho más barato.
